Durante la ceremonia de juramentación de los nuevos cardenales, el papa pronunció una homilía en la que advirtió a los nuevos cardenales de que este nombramiento no les convierte en "príncipes en la Iglesia" católica.
De modo particular me dirijo a vosotros, queridos nuevos cardenales. Jesús 'camina delante de vosotros' y os pide seguirlo con decisión en su camino. Os llama a mirar la realidad, a no distraeros por otros intereses, por otras perspectivas", dijo.
"Él no os ha llamado para que os convirtáis en 'príncipes' en la Iglesia, para que os 'sentéis a su derecha o a su izquierda'. Os llama a servir como él y con él", añadió. Dijo que los nuevos cardenales deben atender los problemas de la realidad, protagonizados por "los inocentes que sufren y mueren a causa de las guerras y el terrorismo", la esclavitud, "los campos de refugiados que a veces se asemejan más a un infierno que a un purgatorio" o el "descarte sistemático" de cosas y personas.
El Salvador ya tiene cardenal
El papa nombró a cada uno de los cardenales y les entregó el anillo cardenalicio, símbolo de su nuevo compromiso universal con la Iglesia, la birreta cardenalicia, roja en memoria de la sangre de los mártires que dieron su vida por defender su fe, y la asignación de su iglesia en Roma.
Los nuevos purpurados se convierten en miembros del Colegio Cardenalicio, que queda formado por 121 electores con derecho a votar a un pontífice en un futuro cónclave, y 104 no electores, por tener más de 80 años.